Video (43 Secundos)

Transcripción

¿Qué podrías notar en los niños que han pasado por traumas?

Los jóvenes que han sufrido traumas pueden mostrar una serie de reacciones de estrés. Hay tres categorías de respuestas:

Hiper agitación: Esto significa que el niño o adolescente está nervioso o se asusta fácilmente.
Revivir: Las imágenes, sensaciones o recuerdos del evento traumático llegan de forma incontrolada a la mente del niño o adolescente. En su punto más extremo, un niño o adolescente puede sentir que ha vuelto al trauma.
Evitación y abstinencia: El niño o adolescente se siente adormecido, como congelado, y se apaga. Puede que se aleje de sus amigos y de las actividades que disfruta. El joven puede sentirse desconectado e incluso puede perder la noción del tiempo y el espacio.

Algunos comportamientos que podrías ver en los jóvenes:

Los niños de preescolar y los niños pequeños que han pasado por un trauma pueden:

Tener dificultades para establecer una relación estrecha con sus cuidadores
Sentir un miedo más intenso a los extraños o pasar un rato más difícil estando lejos de los padres o cuidadores
Tener problemas para comer y dormir
Ser especialmente quisquillosos
Pueden comenzar a olvidar las habilidades que aprendieron previamente (por ejemplo, dormir toda la noche, habilidades para ir al baño, etcétera)

Los niños en edad escolar que han pasado por un trauma pueden:

Mostrar agresión
Alejarse
Preocuparse mucho por su seguridad o la de los demás
Representar el evento traumático a través del juego
Tener pesadillas a menudo
Tener más dificultades para concentrarse en la escuela

Los adolescentes que han pasado por un trauma pueden:

Volverse ansiosos o deprimidos
Participar en conductas de riesgo (por ejemplo, uso indebido de drogas y alcohol, conducción peligrosa, promiscuidad sexual, sexo sin protección, autolesiones, actividades ilegales)
Sentir culpa, ira o vergüenza intensas
Adoptar una visión negativa de las personas y la sociedad
En algunos casos, tener pensamientos relacionados con el suicidio

¿Cómo puedes ser un cuidador preparado para el afrontamiento de traumas?

1. Reconoce el efecto que el trauma ha tenido en tu juventud.

¡Al pasar por este módulo, ya estás dando este primer paso! Los niños y adolescentes que han pasado un trauma pueden tener problemas de comportamiento y emocionales. Pero, cuando ves los comportamientos y reacciones de tu juventud a través de una "lente habilitada para el afrontamiento de traumas", empiezas a ver su comportamiento como reacciones al trauma. Recuerda que las conductas desafiantes, como los arrebatos de ira, los problemas para dormir y la falta de concentración, pueden ser formas en las que un niño o adolescente afronte su trauma.

2. Trata de entender por qué los jóvenes están actuando así.

Responde a los arrebatos o comportamientos negativos con curiosidad y calma. Por ejemplo, "Noté que tiraste tu juguete al otro lado de la habitación cuando te dije que limpiaras. ¿Por qué lo hiciste?"

Usando una "Lente de Trauma"
Un cambio de perspectiva...

De: "¿Qué anda mal con este joven?"
A: "¿Qué le ha pasado a este joven?"

3. Ayuda a tus jóvenes a sentirse seguros.

Children and teens who have been through trauma might be alert for threats to their well-being. Safety is created with routines and stability. So, what does safety look like for youth?

- Conectándose con un cuidador que esté tranquilo y concentrado.
- Que respetes el espacio personal de tus jóvenes (por ejemplo, establecer una rutina consistente a la hora de dormir, para dar a los niños un sentido de estructura).
- Permitiendo a los jóvenes estar a cargo de sí mismos tanto como sea apropiado. Una buena forma de empezar es permitir a los jóvenes elegir tareas apropiadas a su edad para ayudar en casa.
- Sé consecuente, sé un cuidador que cumple con lo que dice.
- Sé predecible, con antelación avisa a los niños de los cambios. Háblales sobre lo que pueden esperar si hacen algo nuevo (por ejemplo, la escuela, una visita al médico).
- Incluye a los jóvenes en la creación de reglas de la casa que generen respuestas/consecuencias (por ejemplo, asignando tareas, reglas de la casa y consecuencias por romper las reglas de la casa).
- Evita gritar, discutir o insultar. En su lugar, concéntrate en prestar atención a su comportamiento positivo.

4. Ayuda a tus jóvenes a comprender y manejar las emociones abrumadoras y los comportamientos difíciles.

Los niños necesitan aprender a identificar y expresar apropiadamente las emociones. Nunca es demasiado tarde para enseñar a un niño o adolescente a tener conciencia de sí mismo.

Valida las emociones del niño o adolescente. Ayudando a tus jóvenes a sentirse cómodos y seguros, anímalos a expresar sus emociones y a hablar contigo sobre ellas. No significa que aceptes un comportamiento problemático. Puedes validar una emoción, pero establece límites en la forma en que se comportan (por ejemplo, "Puedo decir que estás enojado por ____, pero no está bien que ____.")
Sé empático. Haz saber a tus jóvenes que entiendes su emoción mediante la adopción de su perspectiva. (por ejemplo, "Si mi amigo me insultara, yo también me enfadaría".)
Hazle saber a tu hijo que sus sentimientos son normales. Esto le ayuda a tu hijo a sentirse cómodo con sus emociones y le hace saber que tú a veces te sientes de la misma manera que otras personas. (Por ejemplo: “Apuesto a que muchos niños también se sienten tristes porque no pueden salir con sus amigos en este momento")
Evita abordar los problemas cuando estén enojados o si tienen sentimientos intensos. Es posible que no escuchen o no asimilen lo que les dices en ese momento. Cuando el niño o el adolescente parezca un poco más tranquilo, háblale de sus sentimientos y de su reacción.
Crear un "Rincón Calmante" es una gran manera de ayudar a los niños a practicar la regulación emocional. Averigua qué le ayuda a tu hijo a calmarse y planifica qué hacer cuando no estés con él para ayudarle a calmarse.

Al igual que aprender un segundo idioma, los niños aprenden el lenguaje de las emociones. Ayuda al niño a etiquetar la emoción que está mostrando.

Coloca caras de emoción con etiquetas de identificación en la casa para ayudar a los niños a aprender sobre las diferentes emociones.
- Imprima gráficos de emociones, listas de sentimientos y gráficos de sentimientos diarios.

Para los adolescentes, empieza por ayudarles con ideas para "calmarse" a sí mismos. A muchos adolescentes les gustan las actividades de atención y las técnicas de relajación que pueden usar por su cuenta. Haz clic AQUÍ para obtener un juego de herramientas en línea para el autocuidado, que puedes compartir con tu adolescente. Ellos pueden elegir y practicar las estrategias que mejor se adapten a sus necesidades.

Trabaja con el niño para que se calme usando la corregulación. Esto significa que te centras en la emoción, no en el comportamiento... y lo haces poniendo una voz tranquila. Puedes comenzar ayudando al niño a identificar si está listo para tratar el problema. Si todavía está enojado o necesita tiempo para calmarse, utiliza un método en el que el niño pueda comunicarlo claramente (intenta utilizar una escala de enojo o un cuadro de Zonas de Regulación). Al brindarle oportunidades de calmarse, puedes ser más eficaz a la hora de tratar el problema. Un niño no se beneficiará de hablar sobre un problema cuando su mente aún está en modo de lucha o huida o está pasando por sentimientos intensos.

5. Apoya las relaciones positivas y estables en la vida de tu hijo.

¡Un modelo positivo o un mentor puede marcar la diferencia! Entonces, ¿qué puedes hacer para conectar y ayudar a construir una conexión con un niño que ha pasado por algún trauma?

Crear tiempo en la agenda para actividades de conexión familiar, como jugar, salir a caminar o hacer una comida
Ayudar a los niños a identificar a los "Amigos de Confianza", adultos a los que pueden acudir en busca de consejo o apoyo
Ya sea a través de un teléfono o un video, tómate el tiempo de conectarte con la familia y los amigos del niño
Sé ejemplo y enseña un comportamiento positivo. Sé ejemplo de estos comportamientos tú mismo. No olvides que te están observando para ver cómo responderás en diferentes situaciones

6. Cuídate a ti mismo.

Recuerda que ser un cuidador puede agotarte. No podrás ayudar si estás agotado, deprimido o abrumado. Tómate tiempo para descansar, recargar y mantener una red de apoyo con personas amables y compasivas. ¡Aprenderemos más sobre esto en la próxima sección!

"Las personas más bellas que hemos conocido son las que han conocido la derrota, el sufrimiento, la lucha y la pérdida y han encontrado la forma de salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que las llena de compasión, amabilidad y una profunda preocupación amorosa. La gente bella no solo sucede".
― Elisabeth Kübler-Ross

PAUSA para procesar:

¿Qué ideas y estrategias de esta sección podrías practicar cuando pases tiempo con tus hijos?

A continuación, Agotamiento y autocuidado